El friso es una franja mas o menos alta de cualquier material (mármol, azulejos, papel pintado, madera, etc) que se utiliza como adorno en la parte inferior de las paredes. También puede servir para proteger u ocultar humedades o desperfectos de éstas. Nosotros vamos a exponer cómo se instala un friso de madera de tablas machihembradas. Cada tabla tiene por un lado la parte macho y por el otro la hembra y de esta forma van encajando unas en otras con el fin de que queden perfectamente alineadas y no haya ningún resquicio por el que se pueda ver la pared. La instalación se puede hacer también en techos de idéntica forma que en paredes.
Para instalarlo será necesario primero fijar los rastreles a la pared (fig. 1). Los rastreles son listones de madera barata que sirven para fijar el friso y hacen que éste quede aireado y aislado de la pared. La medida aconsejable es de 2 x 1 cm de sección. Los rastreles se pueden fijar a la pared mediante tacos y tornillos ó mediante puntas de acero. Deben colocarse perpendicularmente al sentido del friso (fig. 2) a una distancia entre ellos no superior a 50cm. Para conseguir una óptima aireación hay que practicar varios cortes en cada rastrel sin llegar a cortarlo del todo (fig. 3) y evitar que el friso llegue hasta el techo y hasta el suelo (fig. 2). También puede conseguirse la aireación separando un poco cada rastrel del contiguo, de forma que pueda pasar el aire. La aireación posterior es muy importante para que la madera no se tuerza debido a diferencias de humedad y temperatura en su cara anterior y posterior. También evitará condensaciones entre la pared y el friso. La fijación de las tablas se puede hacer con puntas directamente o con grapas especiales (fig. 3). Es aconsejable hacerlo con grapas ya que si queremos desmontarlo, el material no sufrirá daño alguno, pudiendo colocarse de nuevo. Si
las juntas quedan perfectas (esquinas, rincones, suelo, techo), puede no ser
necesaria la terminación con molduras (es algo meramente estético). El rodapié
siempre es conveniente ponerlo, así como moldura para rematar un friso a media
altura. Para
rematar con molduras, simplemente deberá buscar las molduras adecuadas
(rodapié para la junta friso-suelo, junquillos o media caña para los rincones,
esquineras o guardavivos para las esquinas, cornisas para la junta friso-techo,
y cornisas con rebaje para el remate del friso a media altura) y clavarlas con
puntas, embutiéndolas en la moldura para dar un poco de cera posteriormente y
disimularlas completamente. También pueden ir pegadas con masilla de fijación
o con ambos procedimientos (pegadas y clavadas) para asegurar la posición
mientras seca la masilla. Lo
único que debe tener es un serrucho de costilla y una caja de ingletar (o mejor
una ingletadora) para ir cortando las molduras a la medida adecuada e ir
haciendo los ingletes correspondientes. Si una moldura va ingletada solo por un
extremo, es
conveniente hacer primero el inglete y después cortarla por el otro extremo a
la medida adecuada. Vea
en CONSEJOS los diferentes tipos de molduras para hacerse una mejor idea de
estos remates
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